Será el próximo 14 de abril cuando se abra la decimotercera edición del ciclo de cámara del Jesús Guridi. Como viene siendo habitual en los últimos años, todas las actuaciones en el conservatorio se producirán en domingo y a las 12.00 horas. Hasta finales de octubre, está previsto que se lleven a cabo siete conciertos, pudiéndose conseguir los abonos (35 euros) y las entradas (7) a través de entradium.com.
Le tocará a Magna Boskotea subir el simbólico telón de un proyecto auspiciado por el departamento de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Gasteiz que cuenta con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA y Laboral Kutxa. A la fecha del 14 de abril no le faltarán alicientes puesto que el grupo estrenará en este marco Basajaun, una obra compuesta de manera específica para el quinteto de metales vitoriano por Francisco José Villaescusa.
Diego Martin-Etxebarria, Olatz Ruiz de Gordejuela y Ander Perrino serán algunos de los nombres protagonistas este año
A partir de aquí se irá desarrollando una programación que solo se tomará un pequeño respiro en julio y agosto. Una propuesta que sigue manteniendo las bases de ediciones precedentes y que pasa por alimentar la escena de la capital alavesa y hacerlo, sobre todo, poniendo el foco de músicos locales.
Claves del cartel
La programación de este año, según explica el responsable del ciclo, Carlos Seco, rendirá tributo a dos compositores esenciales aprovechando sus efemérides: Bruckner (200 aniversario de su nacimiento) y Fauré (centenario de su fallecimiento).
Los conciertos serán en domingo y al mediodía, habiendo tanto abonos para el ciclo en su conjunto como entradas para cada recital
Del primero “tendremos ocasión de escuchar su 7ª Sinfonía, en una versión para orquesta de cámara” realizada por los compositores Hans Eisler, Erwin Stein y Karl Krankl en el ámbito de la Sociedad de Interpretaciones Musicales Privadas que fundó Arnold Schönberg en 1918. Esta versión, que no llegó a ser estrenada por la súbita desaparición de la Sociedad en 1921 y que tampoco se ha ofrecido anteriormente en Vitoria, “nos permitirá un acercamiento más intimista a esta magnífica obra”.
La obra será ofrecida por la Camerata Gasteiz el 19 de mayo, formación que estará dirigida por el amurrioarra Diego Martin-Etxebarria, director de la Ópera de Chemnitz, formado en el conservatorio Jesús Guridi y ganador en 2015 del Concurso Internacional de Dirección de Tokyo.
De ahí se pasará al 26 de mayo, cuando tendrá lugar un concierto a cargo de algunos de los últimos galardonados en el Concurso de Jóvenes Músicos de Euskadi. Esa presencia de quienes están en pleno proceso de formación se reforzará a lo largo de todo el ciclo manteniendo los recitales previos a cada actuación. Grupos de estudiantes actuarán como teloneros en cada cita.
La primera parte del ciclo se completará el 9 de junio con el recital que estará dedicado a la figura de Gabriel Fauré. De él se ofrecerá su Requiem en versión para coro y órgano. Aquí tomarán parte el Coro Samaniego y el organista Aitor Olea Juaristi.
A partir de septiembre
Pasado el pequeño paréntesis vacacional, el ciclo volverá a encontrarse con el público el 8 de septiembre. Lo hará reencontrándose con Olatz Ruiz de Gordejuela, “uno de los talentos más brillantes del Conservatorio Jesús Guridi” y actual solista en la London Symphony Orchestra. Estará acompañada por el viola Andoni Mercero y el violoncellista Salvador Bolón.
Además, en octubre llegarán los dos últimos recitales de este año. El 13 regresará a su ciudad natal Ander Perrino, contrabajo solista de la Deutsches Sinfonie-Orchester de Berlín, que presentará su reciente disco en compañía del pianista Jarkko Riihimaki.
Ya el 27 se pondrá el broche definitivo de la mano del cuarteto de saxofones Goldberg Project, en el que participa el vitoriano Iñigo Setuain junto a la figura internacional Marcus Weiss.
De esta forma se completará un año en el que la diáspora musical alavesa va a estar más que presente en el cartel. Intérpretes que se marchan y que cabe preguntarse la razón por la que Álava no es capaz de retener. Eso depende, como apunta Seco, de que "alguien" tome una decisión afirmativa para que "Vitoria sea sede de un proyecto que retenga talento".
