La buena sinergia entre la plantilla del Deportivo Alavés y su afición ha vuelto a quedar más que demostrada. Quedan nueve jornadas para dar por finalizada la temporada y el conjunto albiazul ha recibido durante esta mañana el aliento de su marea para encarar el tramo final con la moral fortalecida. 

Mendizorroza ha acogido desde las 11.45 horas un entrenamiento a puertas abiertas al que se acercaron alrededor de 1.500 espectadores. El tercero de este curso y una iniciativa que, desde la pasada campaña, ha servido como estímulo para el equipo de Luis García.

Desde las 11.00 horas, minutos antes de que se abrieran los accesos, el feudo del Paseo de Cervantes fue congregando a una larga hilera de gente que llegó hasta la tienda del Deportivo Alavés. 

La afición, a diferencia del entrenamiento a puertas abiertas de diciembre, entró al campo con el entrenamiento ya iniciado. Eso sí, el colorido albiazul se hizo notar en la tribuna baja de Preferente, pues el graderío se abarrotó de aficionados babazorros. 

La sesión discurrió tal y como lo previsto, con una afición entregada en cada jugada y con el Babazorro muy reclamado entre los más “txikis”. Con el paso de los minutos, el feudo babazorro se fue tiñendo de albiazul y no dejó de mostrar su apoyo al equipo de Luis García. 

Duarte, baja por paternidad

El técnico madrileño tuvo disponibles a todos sus efectivos salvo a Rubén Duarte, que acaba de ser padre. Jon Guridi, la duda al inicio de la semana, entrenó sin aparentes problemas junto al resto de sus compañeros. Ídem con los jugadores internacionales, quienes regresaron a Ibaia el miércoles por la tarde.

Además, Luis García completó la plantilla con tres jugadores del filial. Estos fueron el lateral izquierdo Eneko Ortiz, y los centrocampistas Selu Diallo y Doumbia. Mas savia fresca de la cantera. Hubo un pequeño susto con Owono en un lance del juego, pero, por fortuna, no llegó a mayores.

Eso sí, poco después de las 12.30 horas llegó el momento más esperado para la afición del Alaves. Una vez finalizada la sesión matutina llegó el momento del reparto de firmas y fotografías con la marea albiazul. El propio Luis García y jugadores como Omorodion, Guevara y Kike García fueron los más reclamados, pero lo cierto es que el grueso de la plantilla dedicó un buen rato a atender a sus seguidores.

En definitiva, el entrenamiento a puertas abiertas del Alavés volvió a demostrar la excelente relación que se respira entre la afición y el equipo. El alavesismo tiene ganas de rubricar el objetivo de la permanencia y, para su consecución, la sinergia entre los jugadores y la marea albiazul es oro puro.